¿Cómo aprovechar el pan duro o del día anterior?


Si el día anterior hemos comprado demasiado pan y hoy está ya duro, por nada del mundo lo tiraremos. Muchos platos que requieren pan salen mucho mejor si lo preparamos con el duro, cosa que con la crisis nos viene muy bien para ahorrar dinero.

Con restos de pan cortados en cubos podemos hacer los clásicos picatostes fritos o al horno para acompañar sopas y cremas. Si lo partimos en rodajas, el pan nos puede servir como base de brusquetas o minipizzas. Eso sí, horneado.

En cambio, si lo rallamos y le añadimos ajo y perejil, ya tenemos un gratinado crujiente o un ingrediente más para dar consistencia a la masa de las albóndigas.

Os pasamos otra receta fácil. Un pastel con jamón y mozzarella. Cubrimos la base de un molde engrasado rodajas de pan mojadas en la leche. Encima disponemos láminas de mozzarella y otra superior de jamón. Cubrimos con otra capa de pan mojado. Tapamos el pastel con una mezcla de huevos batidos con sal, pimienta, nuez moscada y queso parmesano. Horneamos el pastel a unos 200 grados durante unos 20 minutos o hasta que los huevos se cuajen y el pastel se dore.

Y por último, otro pastel de pan o bread pudding pero esta vez dulce. En un molde de repostería ponemos un litro de leche entera y añadimos 250 gramos de pan duro cortado en trocitos pequeños. Hacemos una mezcla con 100 gramos de azúcar, un huevo batido, la ralladura de un limón y 50 gramos de almendras picadas. Ligamos estos ingredientes con la mezcla de pan. Por último, repartimos por el pastel 50 gramos de mantequilla en trocitos. Horneamos a 180 grados durante unos 45 minutos o hasta que la masa se dore y esté consistente. Dejamos enfriar y espolvoreamos con azúcar o caramelo.
VIA

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